Cosmética Natural: Haz En Casa Tu Crema De Lavanda
¿Quieres mimarte con un producto natural y, al mismo tiempo, aprovechar un rato para ti? Estás en el lugar correcto. En este artículo, te voy a enseñar a elaborar tu propia crema de lavanda desde la comodidad de tu casa. ¡Sigue leyendo y transforma tu rutina de cuidado de la piel con esta crema casera, cargada de beneficios y aromas relajantes!
Usar ingredientes naturales es la base
Para preparar esta maravillosa crema necesitarás muy pocas cosas, pero es necesario que todas ellas sean de calidad:
- Flor de lavanda seca: Vamos a usar 2 cucharadas bien llenas, para que nuestra crema tenga un aroma bien presente.
- Aceite vegetal (preferiblemente de almendras o coco): Aquí vamos a necesitar una taza. Puedes elegir el aceite que prefieras, aunque te recomendaría el de almendras por su textura ligera y su capacidad para hidratar la piel sin dejarla muy grasosa. Pero si prefieres el de coco, adelante, es también una opción estupenda.
- Cera de abeja: Necesitaremos unos 28 gramos aproximadamente. Este ingrediente es el que va a ayudarnos a que la textura sea firme y agradable.
Con estos tres ingredientes naturales, estarás listo para comenzar.
Para que quede bien, no te saltes ningún paso
Lo primero sera preparar al aceite infusionado. Para ello tendrás que seguir el siguiente orden:
- Paso 1: Toma dos cucharadas de flores de lavanda secas y colócalas en un frasco de vidrio.
- Paso 2: Añade una taza de aceite vegetal.
- Paso 3: Deja que la mezcla repose durante 3-4 semanas en un lugar fresco y oscuro, agitándolo de vez en cuando.
Pasado ese tiempo, ya puedes empezar a crear la crema de lavanda. Simplemente sigue los pasos que te indico:
- Paso 4: Una vez pasado el tiempo de maceración, filtra el aceite para retirar las flores.
- Paso 5: En un recipiente a baño María, añade la cera de abeja y el aceite infusionado.
- Paso 6: Revuelve bien hasta que la cera de abeja se derrita por completo y se mezcle con el aceite.
- Paso 7: Retira del fuego y deja enfriar unos minutos. Luego, revuelve nuevamente y viértelo en un recipiente limpio.
- Paso 8: Espera a que se solidifique, ¡y ya tendrás lista tu crema de lavanda casera!
Como ves, es un proceso muy sencillo que puede hacer cualquiera.
La lavanda no solo huele bien, tiene muchos beneficios para nuestra piel
Pues sí, esta planta aromática es famosa por la gran cantidad de aplicaciones que tiene, siendo sus propiedades calmantes, una de las más concoidas. En la piel esto significa que puede ayudar a reducir el enrojecimiento y las irritaciones.
Además, tiene un efecto antiséptico, es decir, que ayuda a limpiar las pequeñas heridas y a prevenir infecciones.
Y no podemos olvidarnos de su maravilloso aroma, que tiene el poder de relajar tu mente y reducir el estrés. Así que, al utilizar una crema con lavanda, no solo estarás cuidando tu piel, sino también dándote un momento de tranquilidad y bienestar.
La crema de lavanda casera no tiene aditivos químicos
Al contrario de lo que ocurre con las que compramos en los supermercados, esta crema es de origen natural y tiene algunos beneficios que me gustaría destacar:
- Control total sobre los ingredientes: Al hacerla tú mismo, sabes exactamente qué es lo que estás poniendo en tu piel, sin químicos ni aditivos artificiales.
- Más natural: Todo lo que vas a usar en esta receta, proviene directamente de la naturaleza.
- Ahorras dinero: Aunque no lo creas, hacerla en casa puede salirte bastante más barato que comprar una ya hecha, especialmente si piensas en las cremas de buena calidad que hay en el mercado.
- Personalización: Tienes la libertad de añadir más o menos cantidad de cada ingrediente según tus preferencias personales, ajustándola a las necesidades de tu piel.
- Satisfacción del «hazlo tú mismo»: Hay algo especial en usar un producto creado con tus propias manos; te da una satisfacción que no se puede comprar.
- Medio ambiente: Al realizar gestos de este tipo, estás ayudando al medio ambiente, ya que reduces el consumo de productos con embalajes plásticos y otros materiales que terminan contaminando nuestro planeta.
¿Sabes si eres alérgico a alguno de los ingrdientes? Presta atención antes de usar la crema
Si no estás seguro de si eres alérgico a la crema de lavanda, lo mejor que puedes hacer es realizar una prueba de parche. Aquí te explico cómo hacerlo:
- Escoge una zona de tu piel que sea sensible, usualmente se usa la parte interior del codo o detrás de la oreja, ya que la piel ahí es más fina y reaccionará más rápido si hay alguna alergia.
- Limpia bien la zona donde vas a aplicar la crema, sécala suavemente.
- Aplica una pequeña cantidad en esa área de tu piel.
- Espera unas 24 horas. Durante este tiempo, trata de evitar que esa zona entre en contacto con el agua o cualquier otro producto.
- Revisa la reacción de tu piel: Pasado ese tiempo, revisa cómo está la piel en esa zona. Si ves enrojecimiento, picor, inflamación o cualquier otro signo de irritación, es posible que seas alérgico a alguno de los componentes de la crema. En ese caso, es mejor que no uses la crema. Si no ves ninguna reacción, ¡genial! Puedes empezar a usar tu crema con tranquilidad.
Ahora que ya sabes cómo hacer tu propia crema de lavanda, es el momento de ponerse manos a la obra. Te invitamos a que pruebes a hacer esta receta en casa y experimentes todos los beneficios que te puede ofrecer. Recuerda que cuidar de ti mismo, ¡es la mejor inversión que puedes hacer!
Referencias Bibliográficas
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